Cada vez que intente barrer o eliminar las células muertas de la piel a como dé lugar porque la siente con escamas como las de un pescado, apagada y áspera, recuerde que cuidarla es prioritario y no debe improvisar soluciones para mejorar su textura y apariencia.

Y hay razones de sobra. Este órgano es vital para el equilibrio de las funciones corporales, nos ayuda en la regulación de la temperatura corporal, en la síntesis de la vitamina D, nos protege de la radiación y de la penetración de compuestos nocivos. 

Por eso tenga cuidado con la forma como hasta ahora la ha exfoliado o ha intentado suavizarla y darle más brillo, porque corre el riesgo de lesionarla con los productos y las técnicas utilizados si no son los adecuados.

La piel, al ser una barrera protectora, aísla al organismo del medio externo, "lo protege y contribuye a mantener íntegras sus estructuras -explica la dermatóloga oncóloga María Bernarda Durango-, al tiempo que actúa como sistema de comunicación con el entorno".

Y está en permanente renovación. Se forman nuevas células al mismo ritmo que se descaman las viejas de la capa más superficial.

Según el dermatólogo Juan Guillermo Pabón, el ciclo de la piel se realiza cada mes, aproximadamente, "pero a diferencia de otros seres vivientes ocurre de manera gradual y casi imperceptible a la vista. Dentro de su estructura  -dice el especialista -produce células muertas que forman un escudo protector y, además, tiene un proceso de regulación para que las células se desprendan y salgan otras nuevas".

Teniendo en cuenta lo anterior, ¿qué tan necesarias son realmente las exfoliaciones faciales y corporales? "Hay personas que luego de una exfoliación sienten la piel más tersa, y si eso es lo que se quiere, está bien -explica-. Si lo que se busca es el rejuvenecimiento, existe un sinnúmero de procedimientos (productos tópicos, dermoabrasiones, peeling, láser, IPL) que tienen un mayor efecto en la estructura de la piel. Lo más importante es tener claro cuál es el objetivo que se busca".

Si la intención es retirar las células muertas, esta no es una razón suficiente para hacer la exfoliación, ya que la misma piel cumple esa función.

Para la médica estética Luz Marina Díaz, las exfoliaciones son útiles, además, "porque permiten mejorar el proceso de cambio celular de la epidermis y la absorción de hidratantes o productos dermatológicos".

Y aunque a todas las pieles, en teoría, se les podría hacer una exfoliación, Pabón insiste en que se debe recordar que "no todas son iguales". Las blancas y sensibles (en particular estas últimas) "reaccionan ante compuestos, se irritan e incluso hacen reacciones alérgicas. En estos casos se deben evitar compuestos que irritan o que pueden producir alergias. Las pieles mestizas a veces se manchan (hiperpigmentan) y eso se debe tener en cuenta, especialmente en exfoliaciones profundas y otros procedimientos dermatológicos", apunta el dermatólogo.

"Si hay infecciones activas, es mejor tratarlas primero y luego, cuando la piel se recupere, hacer la exfoliación", indica el experto.

Para la dermatóloga Durango, aún cuando la exfoliación consiste "en limpiar las capas exteriores de la piel, eliminando las células muertas, las personas con problemas dermatológicos como psoriasis, eccemas o rosácea no deben exfoliarse porque pueden activar la enfermedad. Tampoco quienes presenten alguna herida o irritación en la piel".

Además, no deben hacerse exfoliaciones quienes tienen piel seca, sensible, que se enrojece o las muy blancas.

Si se exfolia en casa...

Hay productos con microgránulos (tanto naturales como elaborados) para masajear suavemente la zona a tratar. Antes de exfoliar el rostro haga una prueba en el dorso de la mano y observe la respuesta de la piel.  Si utiliza ingredientes caseros, tenga en cuenta que no todos los productos son inofensivos. En cara y cuerpo "evite usar cítricos, ácidos y sustancias abrasivas que pueden quemar y manchar la piel -explica Durango-. No se exponga al sol de inmediato y no olvide la protección solar".

Pabón dice que es importante "evitar el uso de químicos que no se sepan manejar. Hay casos de quemaduras por el uso de productos inapropiados. Así mismo, si se conoce que hay alergia a algún compuesto tópico se recomienda evitarlo. En cuanto a los productos naturales, si la piel los tolera se pueden seguir usando".

Los cuidados posteriores dependen de la profundidad de la exfoliación. "Hay procedimientos médicos que requieren cuidados especiales -dice Pabón-, pero las exfoliaciones caseras habitualmente son superficiales, y como cuidado posterior se usan dermolimpiadores que no irriten, humectantes hipoalergénicas y protector solar".

Truco casero

Se puede hacer una exfoliación facial casera "con la mezcla de dos cucharadas de azúcar y yogur natural, más una cucharada de avena en hojuelas", dice la médica estética Luz Marina Díaz. Haga un masaje circular ascendente desde el mentón hasta la frente. La sal marina y la papaya son también otros buenos exfoliantes.

Si acude a un centro de estética

Visite sitios autorizados, conozca a la persona que realiza el procedimiento, averigüe qué productos están usando y tenga claro qué objetivos está buscando. "No se deje maravillar con propuestas increíbles como borrarle todas las arrugas o quitarle una enfermedad", dice el dermatólogo Juan Guillermo Pabón.

Por su parte, Díaz aconseja asegurarse de que los productos "hayan sido probados dermatológicamente y tengan registros sanitarios".

Cuide su piel 

¿Qué tan cierto es que después de este procedimiento no se debe exponer al sol? Según el dermatólogo Juan Guillermo Pabón, "depende de la profundidad de la exfoliación; si es muy superficial, se puede salir a la calle. Lo recomendado es evitar la exposición solar directa por tiempo prolongado y usar protector solar". Y si esta es el resultado de un procedimiento más profundo, se deben seguir las indicaciones médicas pertinentes.

Para la dermatóloga María Bernarda Durango, es recomendable hacerse la  exfoliación corporal por lo menos una semana antes de exponerse al sol a fin de preparar la piel a la acción de agentes externos como los rayos solares, el agua de mar o el cloro y para lograr un bronceado parejo y duradero.

Las exfoliaciones se pueden hacer una vez al mes. No se exponga al sol enseguida para evitar una hiperpigmentación. Las pieles sensibles requieren productos especializados y se deben exfoliar con recomendación médica.

Y como la piel del cuerpo tiene diferente grosor y resistencia, se aconseja usar productos más fuertes en rodillas, codos y pies, y más suaves en el cuello o la cara para evitar que haya irritación. No debe hacerse con fuerza porque se pueden producir lesiones.

Redacción Carrusel